Últimamente no acostumbro a coger ninguno de esos diarios gratuitos que reparten en la estación de RENFE porqué la verdad sea dicha, dejan mucho que desear. Suelo esperarme y leer en el trayecto de vuelta a casa algún periódico serio -de los de toda la vida- que consigo en el trabajo.
El caso es que el otro día, para darle un vistazo durante el camino, me hice con uno de esos gratuitos que se caracterizan por tres cosas: se leen rápidamente, contienen demasiadas noticias intrascendentes y dejan las manos pringadas de tinta.
Como les decía, estuve hojeando el diario -no diré cual para QUE! nadie se dé por aludido- y al llegar a la parte central me encontré con un suplemento especial dedicado a los regalos de Navidad. Bajo el título "Y tú, ¿qué vas a regalar?", nos ofrecían "casi un centenar de ideas para acertar estas navidades", aunque en realidad sólo conté cincuenta y una. Aparecían diversos artículos de regalo con una breve explicación y su fotografía, el lugar donde podían adquirirse y su precio.
Quiero destacar unos cuantos por si se han quedado ustedes sin ideas para estas fiestas. En primer lugar, podemos felicitar a nuestros familiares con un bonito y colorido Christmas de Unicef, o tal vez culturizarlos, incitándoles a la lectura con uno de los Best-sellers del año o con el pack de una conocida película que incluye el Merchandising del film, nada menos que un despertador y una taza con imágenes.
Al seguir leyendo, me sentí tentado a echar a correr hacia la tienda más cercana y hacerme con un curioso reloj fluorescente de una nueva linea llamada Funny Time, aunque finalmente resistí a la llamada de mis instintos. Tampoco deben pasar desapercibidos -les aconsejaría que lo apuntaran de inmediato en su lista de Reyes- diversos artículos de moda, entre los que destacan una rebeca con incrustaciones de cristal "ideal para cualquier look", una cartera o vestido "pero siempre en Animal Print, ya que este año es lo más in", y desde luego unas botas de piel "con tratamiento waterproof".
Los bolsos son siempre un regalo muy recurrente. Si están pensando en hacerse con uno, nuestros amigos les recomiendan el Heritage Tote de Loewe, "un capricho para fashion victims" o uno de Louis Vuitton, destinado al público masculino, ya que "ellos también quieren ser los más cool de su gimnasio".
Los niños podrán divertirse y aprender con el Oregon Scientific, un globo del mundo interactivo, y los amantes de las nuevas tecnologías babearán de placer al recibir su "coqueto y práctico netbook, un portátil que sirve también para decorar" o su Ipad, "para disfrutar de Internet en una gran pantalla multi touch".
Como habrán podido comprobar, parece ser que nuestro idioma, hablado por 450 millones de personas, no posee el vocabulario suficiente para describir y detallar las características de dichos artículos navideños. Debemos tirar de palabras inglesas, creyéndonos que de esa manera estaremos a la última moda, el producto en cuestión ganará en exquisitez y parecerá más selecto para el consumo del gran público, evitando siempre que sea posible el uso de nuestro corriente y vulgar idioma.
Lo más preocupante es que los vocablos ingleses no sólo han invadido el mundo de la moda y el consumo sino que ya nos ha ganado la batalla, expandiéndose en el idioma de la calle, sobretodo entre nuestros jóvenes. Sin embargo, resulta curioso que este fenómeno se haya desarrollado en nuestro país, donde no sabe hablar inglés ni el Tato, incluyendo por cierto a nuestro presidente del gobierno.
Mucho me temo que no nos quedará otra que adaptarnos e ir acostumbrándonos a abrazar el idioma de Shakespeare, aunque no tengamos ni idea del significado de esas palabras que utilizamos con tanta alegría. Por lo visto, la lengua de Cervantes ha pasado de moda.